El conocimiento

… anteriormente al individuo se lo medía por el coeficiente intelectual, vale decir la relación o potencial de adquirir conocimientos.

Allí el liderazgo se limitaba a captar los “destacados”, o sea, los mejores talentos; con el tiempo y a través de diversas investigaciones se descubrió que lo que importaba era la creatividad, o sea el cociente entre la inteligencia y su potencial de aplicación.

El conocimiento organizativo siempre está vinculado con el acto, porque ello no solo permite cambiar la realidad, sino también comprenderla; por lo general algunos conceptos se confunden dentro de la organización y, por ende, se generan actitudes y acciones en el liderazgo, que no siempre son las adecuadas.

Utilizamos el concepto “dato” para designar diferenciaciones relevantes, mientras que denominamos “información”, cuando el dato está vinculado a un contexto determinado, y por último, el término “conocimiento” lo asociamos a la información vinculada con las creencias.

Por lo tanto, si pensamos que el conocimiento es una construcción que incluye también creencias y vínculos, podríamos esperar que este conocimiento solo prospere cuando se construye en el ámbito adecuado y se re-significa la información brindada a la luz de las creencias de quienes lo quieren aplicar.

De allí que toda información codificada pasa a ser valiosa y aplicable para otro, cuando este se traduce en conocimiento según sus parámetros y paradigmas; en las organizaciones se conocen dos maneras de difundir el conocimiento: codificándolo o a través de las relaciones personales.

La primera se vale de normas, procedimientos, manuales y bases de datos; la segunda, en cambio, se vale de la relación personal que mantiene alguien más experimentado.

La realidad, a veces, está implicada en el conocimiento; la realidad, o lo que creemos que es una realidad, también es lo que razonamos o podemos razonar según el conocimiento que adquirimos.

Nuestro pensamiento se elabora infiriendo entre lo dado como real, y lo que procesan nuestros sentidos; el sujeto (el ser humano) está siempre implicado en esa realidad.

En toda organización el conocimiento se construye, investigando y desarrollando cuatro posibilidades:

– ¿Cómo se conoce?

– ¿Desde dónde se conoce?

– ¿Para qué se conoce?

–  ¿Con qué se conoce?

El conocimiento es propio del ser humano porque es el modo de vida inteligente y condición indispensable para su existencia, valores e información y práctica, que facilita la incorporación de experiencias e información y sirve para accionar.

Finalmente, podemos decir que la transferencia del conocimiento sigue siendo un proceso complejo, que requiere inevitablemente de la participación del ser humano en su implementación, y que toda la evolución de la tecnología e informática, son y serán complementarios.